Ya hace unos años, mi chico, mundialmente conocido por sus originales regalos, me dió una maravillosa sorpresa por mi cumpleaños con una caja de madera llena de retales de tela de peseta. Desde entonces, siempre pienso en proyectos inspiradores que le den forma a esas telas.
Hace unos meses os presenté mi apuesta personal, los MoMo. Ahora os presento un proyecto no tan original pero más fácil de ejecutar, y es que ¿cuántas veces has guardado tu smartphone en el bolsillo y has cruzado los dedos para que tu pantalla no se rallara demasiado? Las fundas comerciales no me gustaban nada, pues el espesor del dispositivo aumentaba considerablemente, así que el lema de "hazlo tú mismo" cobró sentido. Dos telas diferentes, entretela, aguja e hilo, cose que cose, y ahí lo tenéis, la funda para mi móvil.
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